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domingo, 19 de septiembre de 2010

Un Domingo muy Domingo





Cosas que hacer en un domingo muy domingo:
- No pensar en tener que levantarme
- Despertarme para volver a dormirme
- Abrir los ojos otra vez, por la luz del sol acariciando mi mejilla, decirle hola e intentar volver a dormir
-Levantarme por fin, muy tarde, cuando ya he remoloneado bastante
- Desayunar una gran taza de café, mojar galletas maría
- Tener conversaciones de desayuno con mi hermano, contarle orgullosa que estoy dispuesta a no hacer nada hoy
- Acariciar a Luck, el perro más precioso del mundo
- Volver a tumbarme en la cama y comenzar a ver una serie nueva
- Escribir cartas y correos muy bonitos
- Sonreir porque alguien dice que gracias a uno de esos correos bonitos va a componerme una canción
- Ordenar cosas en mi mente que estaban desordenadas porque hacía mucho tiempo que no era Domingo (con mayúscula)
- Hacer pequeñas cositas sin importancia
- Escuchar mis canciones favoritas una y otra vez, como esta, esta o esta, y sobretodo esta
- Mirar la montaña de cosas por hacer y dejarla ahí muerta de risa, y reirme yo también por eso
- Mirar mi ropa desordenada o sucia en gran montón en un rincón y hacer como que la ignoro, ni pensar en deshacer la maleta y mucho menos en ordenar algo material a mi alrededor
- Preparar la comida con mi hermano mientras vemos Titanic que está en la tele y hacía diez años por lo menos que no la veíamos
- Volver a la cama, quedarme vagueando, pintando, leyendo, soñando, diseñando, cosiendo
- Beberme un colacao con galletas maria
- Rescatar libros como The polaroid Book, Música de cañerías o Bruno Barbey
- Pensar muchos proyectos. Darles forma.
- Escribir, escribir.
- Hacer muchas más cosas de esas de domingo
- No hacer nada obligatorio el resto del día, fluir sin más pretensiones
- Ver como anochece, encender primero la lampara roja, luego una vela, luego el flexo, y coser un poco más, hasta que al menos uno de ellos tiene forma
- Volver a tirarme a la cama
- Escribir mensajes en alemán
- Ver alguna película de la lista de las películas que quiero ver y aun no he visto, con palomitas de maíz
- Cenar algo super simple, a poder ser, pre cocinado
- Leer dos páginas de dos libros al azar
- Dormir satisfecha y con una sonrisa, saboreando el dulce olor de libertad, como nube de algodón rosa, y pensando en diferentes idiomas, what a wonderful feeling, doing nothing important



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Tripas en la carretera

No me gusta cuando voy conduciendo por la carretera, intentando aguantar en el punto muerto de la desidia, en el que mi cuerpo quiere descargar toda la rabia sobre mi pie, y éste a su vez se intenta contener de pisarle más, porque voy al límite entre 140 km por hora casi rozando los prohibidos 160 km por hora, y de repente veo un animal que ha sido atropellado. Todo lo anterior era solamente para contextualizar lo rápido que pasa este instante. Y lo inerte de mi cuerpo que cuando conduce se relaja. Pero en ese momento toda mi vida da un vuelco, y mi empatía es tal que parece que sean mis tripas las que están ahí desparramadas. Mis piernas tiemblan, aunque me cueste confesarlo, el acelerador deja de ser punto firme. El coche se reduce por inercia a casi 80 por hora, y me quedo un rato en trance, retirada a la derecha, detrás del Golf negro que no tiene nada en que pensar y respeta el límite de velocidad. La imagen horrible se repite en mi retina, sangre y sangre. Entrañas, sesos, carne, en la carretera. Una lágrima aparece tímida bajo mis gafas de sol. Cambio de canción, y le vuelvo a pisar fuerte.


Pensando con la barriga II

lunes, 30 de agosto de 2010

Pensar con la Barriga

Pensar con la barriga.


Recuerdos como cajas de zapatos.

Si, tengo que borrar esos recuerdos para que no me aplasten entre las hebillas de mi pantalón y las suelas de los zapatos de las nubes.


Aquel día me diste un cesto lleno de ropa limpia, mía, que tenías tú colgada, de la última colada que hiciste para mí. Una caja de bombones que nos comimos a medias. Aún quedaban los últimos chocolates de menta, eran para mí. Amargo dulzor. También me devolviste mi taza favorita, la bandeja del desayuno. Libros míos. Y otra cosas. Aunque no me devolviste mi sartén, ni mi tetera, ni el álbum de fotos. Dejaste esa foto, en la que estoy desnuda, colgada en la pared. Me diste un abrazo de dos minutos. Y me dejaste con las tripas al aire, en un adiós eterno.


Ahora mi ropa huele a tí. A un suavizante que siempre utilizabas y que no suaviza nada las cosas ásperas. Tengo que llenar las noches de tragos y de otras personas. Afortunadamente, hay unas otras personas que hacen la vida brillar. Pero desafortunadamente, prefiero las noches sola, donde te echo de menos tanto.

Se me escapan sin querer los suspiros, los bostezos y los llantos.


Mientras me desangro, con las tripas al aire, pensando con la barriga, el estómago, las entrañas y el hambre.



Pensar con la barriga es bastante útil cuando el corazón está a punto de ser digerido en la concavidad del estómago donde aún quedan los cristales que me tragué sin querer aquella noche en un bar. El alcohol es un buen disolvente de cristales rotos y corazones rotos. Es la falta de amor la que llena los bares, dijo alguien. Es hora de ir al baño.

Y es que después de emborracharse es mejor ir al water.

A vomitar cristales y cosas irreales. Sentimientos envenenados.


Ahora me siento menos peor. Y muchísimo más casi bien.

¿Ves? Pensar con la barriga está fenomenal.



- Filosofía Barata de la Banalidad, de un lunes cualquiera-












jueves, 6 de mayo de 2010

Ordenando cajas de cartón mentales

Si, eso. Las postales por allí, los zapatos por acá. Los libros por leer en un lado, los a medio leer en otro montón (el de las cosas que nunca termino o en el de las que nunca terminaré; algunos de ellos quizás en el de las que terminaré poco a poco). Papeles por aquí, lápices por allá. Recuerdos por un lado y sentimientos por otro. Hay que ordenar los meses por sensaciones. No no no, mejor por orden cronológico. uf, no, eso es un lío. Mejor ordenarlos por colores. En el azul los momentos donde había sol y nubes. En el rojo los momentos con heridas. En el amarillo los momentos de inspiración y luz. En el negro los momentos en los que me caí al hoyo. Uy, esos llevan varios posits de importancia, tengo que analizarlos pronto para no olvidarlos y aprender de ellos. Los buenos momentos son los que se quedan, de los malos se aprende. ¿Aguja e hilo? Me los quedo. Las lámparas de luz continua van allá. Los puntos suspensivos en aquella otra caja del fondo. La de los conceptos perdidos. Los pañuelos mejor sustituirlos por toallas. Las libretas vacías por las llenas, y las llenas por las vacías. Todo está desordenado en la autopista de mi cabeza. Las señales de tráfico confunden a los glóbulos blancos. Menos mal que mi habitación mantiene un caos ordenado. Mejor que coger la autopista, entonces, coger el camino pequeño y largo, pero para hacer una mochila perfecta -práctica pero no demasiado pesada- tengo que ordenar las cajas de cartón estas. Si. Clasificar, desechar, adquirir, tirar y transportar. Poco a poco, voy reapareciendo en mi vida. Me echaba de menos.

jueves, 29 de abril de 2010

Seres que pasean periódicos bajo el brazo

Si, hoy me siento como uno de esos seres de esa especie tan extendida ahora por las universidades que pasean el periódico bajo el brazo. Aún no se sabe bien el motivo de su conducta -de pasear el periódico- pero se intenta averiguar analizando el hecho de por qué lo adquieren. Normalmente atienden a motivos de que algunos periódicos que normalmente se pagan se pueden adquirir gratis en unos stand que hay en las facultades, y a esta especie sobrenatural le gusta coger todo lo que sea gratis, aunque luego no sepan para que sirven y den un repaso con la vista a la portada, a veces alguno hasta lee algún cúmulo de palabras y el que más, hace crucigramas. Otros de estos seres tienen asumido que un periódico no sirve para nada más que para tenerlo en el baño, pero lo pasean muy orgullosos como parte de sus complementos de ropa -ya sabéis: zapatillas de colores, relojes, pulseras, o periódicos... cosas que sirven para adornar, y en ocasiones. Otros sin embargo saben que encierra dentro una gran cultura, y por ello lo pasean en el brazo para que la gente piense que son más cultos. Hay personas que como yo, pasean periódicos igual que pasean libros en el bolso e igual que acumulan amigos a los que llamar: por querer pero carecer del tiempo. Yo me he visto paseando el periódico toda la semana, uno diferente cada día, y llevandolo de un lado a otro cogido de la mano con la iniciativa de encontrar un hueco donde por fin leerlo. Al final han sido todos abandonados en la esquina del baño, con la tristísima despedida del "luego te leo". Pero se acumulan, junto a las tareas de los luegoses, que nunca llegan. Porque la gran verdad es que el luego es un tiempo indefinido incorrecto.

jueves, 4 de febrero de 2010

Desecho humano

Desecho humano o desecha humana: digase de aquel individuo o individua que se ha roto en pedazitos, que se ha derretido por la luz de una bombilla, que tiene el cerebro chamuscado por un torrencial demencial de inspiración, o que tiene un alcoholismo estudioso enfermizo derivado en continuas borracheras de conceptos, lo que suele conllevar efectos secundarios como hipo intelectual agudo o vomitera de párrafos de apuntes de universidad. También aquella persona que se ha tirado a sí misma a un contenedor, metido en una bolsa de basura -ya sea por accidente, por carnaval o a caso hecho. Dícese además, del sujeto al que le duele la espalda, la cabeza, los dedos, los párpados, el alma y todo lo que pueda doler, o que está tan cansado que no puede ni sonreir, tan tan cansado que no se duerme.
También es un sítoma de agotamiento muscular, fiestil, estudiantil, examinil, gastronómico o científico.
Y por último, y el más grave y desechado de todos los desechos humanos, se puede definir como aquel individuo que sufre de todo lo anterior junto. No se detallarán los efecos secundarios por seguridad mental de los lectores.


Buenas noches:


Firmado; desecha humana tipo peligroso

martes, 30 de junio de 2009

Pero no.
No estuvimos mojadas para siempre.
Llegué a España y había sol.
El sol seca todo.
Me sequé rapidamente las lágrimas. Tuve incluso sequía de lágrimas.
Y me dolían las comisuras de los labios de reir.
Ay!
También recuperé las irenes que se me habían perdido: las que estaban en el mercadona, en mi habitación, en mis colores, en mis ropas que no pude traer por peso en la maleta.... pero sobretodo las que estaban revolviendose en mí haciéndome cosquillas.
También encontré irenes que se me habían perdido en personas: encontré la irene en la Vicky que se me había perdido, la Laura, la mari, la Aurea, Sera o Rocío o Sara o .... las irenes y los trozos de otros (que ya también son yo) que me daban abrazos, las que había rellenado durante años con puzzles bien formados.
Subi tan alto como una o dos giraldas nueve veces de aquí a Antequera. O más.
Empecé a hacer las csoas poco a poco.
Ordené un poco de caos.
Saqué monstruos del armario.
Aprobé los dos exámenes que me había propuesto hacer-sólo dos, pero ya haré los otros diez, es más facil conseguir de dos en dos- y no rodé escalera abajo por querer saltar diez escalones a la vez.
cuando ya recogí todo el cariño que me faltaba, volví al frío de la distancia a empezar a disfrutar la experiencia que ya se acaba.

Estoy en Berlin de nuevo. Seca . Y me quedan dos meses que pasarán volando para consumir todo preferentemente antes de que el tiempo se acabe.

jueves, 4 de junio de 2009

El,
y el,
o ella.
Y aquella cosa, o la otra.
Las que me invitan y no voy o a las que pienso que ire y rechazo.
Cosas que no vi , cosas que solo imagine,
y la mayoria de ellas que digo: despues
o mañana ire...
Y ese mañana siempre es mañana .
Y Berlin va llegando a la fecha de caducidad, esa donde pone:
"consumir preferentemente antes de que los días se hayan acabado"
La lata de conservas y sueños que nunca abro.
Y va quedandose solitaria en el frigorifico de mi cuerpo acondicionado:
dos dias, una semana, tres semanas, dos meses....
Ahora solo me restan aqui dos semanas para romper el hilo del sueño.
Vuelo a España un tiempo para poner los pies en el suelo.
Luego volvere aqui a recoger los escombros que he dejado,
y me ire a España con la maleta llena de cosas, la mente loca y el corazón vacío,
a echar de menos cosas que ahora no se valorar.
Ahora. Ahora... ese infinito presente imperfecto del verbo Estar. O ser, o Hacer.
O acostumbrar.
Las pequeñas maravillosas cosas que ya ni me asombran, que ya ni veo.
Me puse una venda en los ojos y perdi la perspectiva de todo,
(de mi Alemania, de España, de mi pasado, de mi presente, de la realidad, de los colores,de las cosas y cosos y noes..)
De repente me converti en la Yo de ahora.
La nieve me trago en un blanco fluorescente,
y me quede Irene en blanco.
Siempre dije que somos circunstancias y nunca somos, sino que estamos.
Pero siempre quiero huir para volver a estar y volver a definirme, y eso implica no conocerme.
Me quede embobada fijandome en los nuevos cambios y se me olvido recordar lo que era antes de esos cambios, y también, que a veces cuando se cambia se puede ser las dos cosas: el pasado y el cambio. Siempre es más rico contar con un abanico de posibilidades de uno mismo. Pero nos empeñamos en definirnos. En anularnos. Me, quiero decir. Me? Yo?
Hablemos en primera persona. Pero del plural mejor. Nosotras, las yos que soy.
Nos gustaba fumar de vez en cuando, saber que eso a veces inspira, aunque suene fuerte. Abre la mente para escribir, como ahora estoy haciendo. Me quedé pensando: que lindos textos escribía. Sin ponerme a escribir nuevos. Se me olvidó que reía por todo, que no dejaba que me vieran llorar, tuve un pasado precioso antes del gran cambio y fue tan precioso que lo enterré para que no me doliera y se me olvido volver a sentir la brisa fresca de toda la positividad que se respiraba entonces. Entonces, empece a alejarme de todo, y ahí, lejos de mí misma empece a estar perdida y creyendo estar perdida , me perdí.
Todo es siempre tan simple que cuando lo entiendes duele.
Creo que en realidad, se me habían perdido alguans Irenes por el camino.
Si , eso era. Sobretodo una, esa pequeñita que siempre saltaba. Todas revoloteaban en mí menos una: la que hubiera venido a esta situación el año pasado y me hubiera dicho: qué coño haces así?
Entonces, en ese hueco de perder algunas de mis yos llegaron otros yoes: pero claro, no míos: los intenté rellenar de personas de fuera, así rapidamente, para no sentir vacío. Pero esas personas hablaban aleman, o inglés. Y no es mi idoma! asi que imaginaros, yo hablandome a mí misma en otro idioma... claro. No me entendía. Me costó unos meses empezar a aentenderme.
Y claro, como no me entendía pensé que alomejor estaba hablando con otra persona y no conmigo misma, así que salí a buscarme, pero no me encontraba! Ni en el supermercado -donde estaban las galletas María para desayunar?- ni en la música -no entendía las letras, donde está Sabina o la guitarra para bailar? Donde suena Fito por las mañanas o afinarse las cuerdas a cada minuto desde la otra habitación?- no, no encontraba nada.
Así que recogí pedazos nuevos: nuevos gustos, nueva música, nuevo nuevas innovaciones.
Hice un puzzle mal formado.
Y no me gusta.
Siempre estoy muy lejos de lo que quiero ser.
¿pero y si en vez de querer ser, simplemente soy?
¿y si contemplo el puzzle mal formado y en vez de rechazarlo por feo le cambio de sitio algunas piezaS?
Bah, son soluciones fáciles, preferimos ser difíciles y encallar. La dramaturgia de la vida: todos queremos ser protagonistas. Qué caos, que tragedia.
Siempre somos unas inconformistas de nosotras misma sin razón aparente.
Que no hice, que no hago, que no siento, que no haré.
¿y lo que hice?
Me lo voy a contar: Chicas! Llegamos aquí a alemania en invierno, pasamos el invierno más duro y a la vez blanco y precioso de nuestras vidas, aprendimos a comunicarnos entre nosotras en la mente en tres idiomas a la vez, trabajamos en una cafetería donde se servía té con galletas para los días fríos y se decía: que tengas un buen día. No ganamos dinero con eso pero aprendimos del sistema social de convivencia para con los otros. Hicimos nuestro propio programa de radio, y bailamos, reímos, nos enamoramos, soñamos, hicimos capoeira, nos bajamos los pantalones para hacer carreras en la nieve, nos caimos del trineo dos veces, nos fracturamos la rodilla, conocimos a malas personas, a buenas, miramos, leimos, aprendimos, cocinamos, viajamos a Sttugart, Stockholm, Munich, Colonia; nos mudamos cuatro veces o cinco, aprendimos a echar de menos a la gente que de verdad hay que echar de menos y aprendimos sin saber que aprendiamos tantas otras cosas en el camino...
Perno nunca estaba donde estaba.
Siempre andaba lejos. Por querer estar más cerca.
¿todo se ve en la distancia?
Siempre quería más de lo que tenía porque miraba al reflejo de los demás en mí o al reflejo de mí en los demás en vez de mirarme a mí y abrazar alos demás.
Demás (los demás, tener de más...) siempre condiciona.
Pero a la vez te mata si te abandona.
No podemos vivir sólo con ello pero tampoco sin ello.
Aunque a veces eso hace que caigamos en la comodidad de querer escuchar a los demás y tener de más.
Y dejamos de ser sinceras con nosotras mismas.
y entonce estamos demasiado lejos de lo que queremos ser. Por supuesto.
Y entonces empiezo a acordarme de todos los libros que quiero leer y sólo empecé, de todos los sitios a los que quiero ir, de todo lo que quería hacer antes de, de todas las exhibiciones que no me dio tiempo a ir, de todos los trenes que perdí, de todas las y los y les.... y explotamos a llorar. Llore por ahora, por luego, por antes, por el caramelo que se me calló al suelo, por el poema que se me perdió, por los cumpleaños de mis sobrinos y de mi abuela que no he podido ver, lloré por esta vida, lloré por tres vidas anteriores más
Y cuando lloré todo estaba tan mojada que creía sería para siempre.
Pero no.
.
.
.



(he tardado mucho en publicar esto porque siempre he pensado que era sólo para mí. Demasiado mío para que a nadie pueda interesar leer tal bloque de letras seriadas. Pero, para qué ser egoísta, si al fin y al cabo, no tengo nada de especial ni de diferente; a todos a veces se nos pierde una Irene, un tornillo, una Vicky o cualquier otra cosa.... ayer se me perdió una camiseta y no paré hasta encontrarla! no os pasa? que tontería.... si tengo muchas más camisetas!,,,,)

miércoles, 27 de mayo de 2009

Calcetines de colores

Digamos que nunca me pongo dos calcetines del mismo color y me gustan las películas de risa. También esas que no entiendo, para después hablar de cosas que no entiendo. No entender el mundo está más de moda y es más facil que entenderlo. Me pinto las uñas una vez al més y las conchas rojizas dan color al blanco de mi palidez frente al mundo, esa palidez de verguenza de desgana, y de locura. Pero sobretodo de los globulos blancos o meloninos no muy morenos de miel, algo así decía la vida es así en erase una vez el hombre. Busco nueva ropa y nuevos libros para dejar atrás los antiguos. Y busco ropa y libros antiguos porque me aburro de los nuevos. Peso medio gramo más de la cuenta si la cuenta siempre la pago yo y mido cuatro pulgadas menos de lo obligatorio en las reglas de lo que no se es o sí.
Llevo gafas grandes para esconder mis ojeras y ojeras grandes para esconder mi sonrisa, y sonrisa grande para esconder mis gafas.
Pienso ciento y cuatro mega-imagénes por segundo y me quedo en la ducha mucho más rato del necesario para que se escurra el jabón de mi piel olor a mandarina o coco. Me descamo por desidratación incuidadosa ciudadana y suelo vivir un minuto más por delante, una hora más por detrás, y cuatro estímulos estimados por cada circunstancia aflojada.
Me reparto las partituras de las canciones que no tarareo en desayunos de notas para adentro. Pinto las esquinas de las libretas y doblo las esquinas de las calles con la inseguridad -en mi corazón ilusión en mi mente miedo en mi alma esperanza- de ver a un monstruito o un unicornio cruzándose conmigo, pero nunca aparece. También doblo las esquinas de las hojas de los libros que si que tienen monstruitos y unicornios, aunque sé que está mal, porque por las noches se escapan sus bostezos por las esquinas de los libros que dejo. Bebo el zumo del envase y lavo la ropa sin separar el blanco de los colores, bebo el café con tanta azucar que es azucar con café y tan quemando que siempre me quemo, y todo, todo esto me encanta.
Y todo esto para qué?
Igual tiene tan poco sentido que ni asentado se siente el sustento de su entendimiento.
Calcetines de colores esparramados por mi habitación.
Hoy llevo dos amarillos. Creo que hacía años que no.

martes, 3 de marzo de 2009

Día estupido guay de la muerte with my and myself

Ultimamente estoy de un estúpido que no me soporta ni la más quejicas de las Irenes que me conforman. Los lápices y papeles no me dan bola, vaya, que no me sale una buena idea desarrollada medianamente a lo aceptable ni a la de tres. Los días sin sol, los malos tiempos... o simplemente, los sin tiempos. El invierno se empieza a despedir, no sin antes pegarme una paliza de mil mocos y unos cuantos grados de más, cama y ojos que duelen, y esas cosas de resfriados bien pillados. Pero antes de resistirme a sus alaridos, me hice la fuerte y lo ignoré, acumulando antidefensas y achuses y malores hasta no poder moverme. Pero bueno, antes de eso, decía, para regocijarme en mi estupidez, me apeteciose pasar un día conmigo misma y con la Irene consumista. Empiezo temprano, que hace luz y aqui no abunda. Voy a la panadería a por desayuno, y a las 10.13 parte el tren para Erfurt. Mi pitimini se va a una entrevista de trabajo a Berlin y coge el tren en Erfurt (digo, excusa de mi viaje a la ciudad), pero ya que estoy ahí, voy a darme un paseo (mira que ya oigo las maracas de "Ireeeneee compraaaa" pero nada, me acerco a la boca del lobo). En H&O (no quiero revelar nombres de compañías, para que no se crean que he sido contratada y me he vendido por falta de dinero y sueños, todavia no!) pues eso, en N&M nace la primera idea consumista reconocible: mi bolso de lunares a modo bolsa del pan fabricado con mis manos no es suficiente para todo el peso que llevo (he de decir, que un poco si se basa en una verdad, mis medios textiles no llegaban para más que un cordon de zapatos como asas, y esta mañana me ha dado por salir de casa creyendo que tengo el bolso de Mery Poppins en modo poner todo ahí adentro que cabe seguro, y mi invento me iba dejando marcas rojas a lo martir en los hombros, transpasando las capas de jerseys y abrigo). Entonces, empiezo a pensar entonces, como : ahora que lo pienso, no tengo ningún bolso negro. No irene, desecha la idea de bolsos, es una enfermedad ! Tienes cientos! Pero, si es tu enfermedad, por qué no la aceptas? Me voy huyendo de la tienda. Paseo, para seguir engañandome. Llego a Zera (vuelvo a pedir perdón, no puedo revelar nombres), "alomejor aquí hay otro más barato" me miento, como quien no quiere la cosa. Anda, que pantalones mas guays. Me los voy a probar a ver, si a mí nada más que probarme cosas me divierte (mentira hecha sacada del tintero numero 459). Resultado: acabo entrando al probador con más de 6 pantalones y 7 camisetas. No, esta vez no miento ni exagero. Y claro, en el probador, que parece que te esconde cuando corres la cortina, te espera un ser muuuy malo: el espejo. Entonces realidad y principios se confrontan. Tu te ves ahí, ya si que te estas viendo, con eso puesto, diciendo uuyy, que me esta gustando, qué peligro. Y te dices, no , no debo, no lo necesito. ¿pero y si? No! tengo mucha ropa! Me salgo del probador. Me vuelvo a los cinco minutos a probarme exactamente lo mismo. Empieza la segunda fase: Seguro que este sera el pantalon de la temporada, se convertira en mi pantalon favorito, lo presiento. El otro negro está el pobre medio gris pálido con roales blancos... (autoconvencimiento para no sentirme culpable por empezar a decidir que quiero comprarme los dichosos pantalones). Y la camiseta? Uy, es que es la camiseta perfecta para estos pantalones. Si solo tengo tantas camisetas que ni me acuerdo! Esta sin duda es la camiseta. Además, oye, me hace feliz, no me veo tan gorda. Uy, si no estoy tan gorda, será porque ayer hice un poco de deporte (los espejos de las tiendas también están fabricados con defectos de mejoría a la persona que los mira, a posta). Seguro es la camiseta. Bueno venga, no le des más vueltas, un día es un día, este mes comes menos pescado y más pasta. Uy, pero y el chall? No, el chall es un timo, 20 euros por un trozo de tela! ¿qué se han creido los explotadores estos de pacotilla? ¿que pueden engañarnos? ¿qué pasa cuando necesito este chall y no tengo este dinero? Es de risa vaya. No se lo permito. Le quito la etiqueta y me lo llevo. Jáh! (autoconvencimiento numero 6 para sentirme mejor con mi compra haciendo un poco de causa por mi lucha antiglobalización antigrandescompañias, pero mira que es teoría estupida, pagar unas cosas y otras no....) Enfin. La dependienta era simpática. Me voy a la siguiente tienda también huyendo. Y a la siguiente. Y mejor no cuento mis batallas con el espejo. Depronto, sin darme cuenta, estoy dentro de la trampa de araña: entro en una tienda de libros. Dios, Irene, estas perdida. Menos mal que todo es alemán y no puedo comprar muchos libros así a saco. Me dirijo automaticamente a la sección infantil pero un niño de 8 años mira con curiosidad como miro los libros para niños de 5. Sentirte intimidada por un niño que sabe leer aleman mejor que tú y está en una sección de libros infantiles más avanzada es un trauma dificil de superar. Así que me voy con la barbilla alta a la sección de libros de mayores. Hay unas portadas que parecen... que parecen parecer super interesantes. Los diseños son muy... muy creativos y llamativos e inteligentes. Sí. Y las palabras rebuscadas. Seguro! por eso no entiendo ninguna. Pero no porque mi nivel de alemán sea pobre. Puf! me vas a venir tú a mí con esas. En fin, casi cuando estoy a punto de llorar, encuentro el libro de Carlos Ruiz Zafón en un CD para escucharlo, traducido al alemán. Doy saltos de alegría. Busco desesperada la dependienta, por fín tengo una pregunta interesante en una tienda de libros que no se resuma a: "la sección en español o inglés por favor". Hablo con mi mejor aleman, le pregunto si tienen ese libro también (no en cd, me refiero) y le explico que es un autor español y bla bla bla bla que a ella se la replanflinfla, porque entre que me entiende la mitad y que la otra mitad tampoco es de mucho contenido vital para su tienda o su vida, no hay otra alternativa que se la replanflinfle. Pero no! ella se sumerge en una conversación amable y en un aleman lento. Ay ! aun queda gente piadosa! Compro definitivamente el CD de La Sombra del Viento (Der Schatten des Windes) . No os vayais a creer que lo voy a entender si lo escucho, pero a mi pitimini le gusta escuchar libros, y decía que no había autores españoles traducidos al alemán. Y mi orgullo hispano letril no tiene tamaño mesurable. Enfin, contenta con comprar algo menos consumista y convencida con que las tiendas de libros me atrapan por su esencia (porque esta claro que incluso cuando no puedo comprar libros, me puedo quedar allí horas) salgo a la calle donde mi estómago se hace escuchar (más bien me chilla) y entonces sucede el momento catastrófico donde me asalta la idea más estúpida consumista idiota del día, la lúcida idea-antojo de que quiero comer en el Makdomals (nombre irreal, he de decir que bajo ningun comncepto puedo revelar nombres, o algo que se les parezca, pero si me explico, es un sitio donde venden basura masticable or in english, fast food). Pero bueno, es que la lucida idea se me hace agua, vaya que me apetece que te cagas. Y ahora que lo pienso, encaja y va a juego perfecto con mi estúpido dia consumista que tanto estoy disfrutando para que vamos a engañarnos. Me dirijo al restaurante en cuestión, sonriente, y no sin antes pasar por el H&N y comprar el maldito bolso culpable de generar la cadena de ideas consumistas, y he de decir, que vuelvo a él después de haber visto otros 30 bolsos más y haber gastado mucho más dinero sólo porque "quería encontrar otro más barato"... y de paso encontrar todo lo que encuentre de paso. Pero compro el primer bolso que ví, sólo porque no he visto otro mejor y porque ya me he autoconvencido de que lo necesito, y porque el capricho estúpido humanil no se sacia si no es con el ideal que lo genera. En Makdomal compro una hamburguesa patatas y cocacola, para ser originales. Empiezo a analizar la forma de trabajo allí, y compruebo cuando me dan mi hamburguesa que está recién hecha y que de verdad parece una de esas de las fotos que hacen para que sea bonito y luego nunca se parecen en la realidad. Si es que los alemanes son perfectos hasta para la comida mierda,,, digo, basura. Dispongo de meses de trabajo en el Makdonal de Málaga para comparar y hablar con propiedad del asunto! Me siento mejor de tomarme el almuerzo basura como experimento antropológico y estudio estádistico, y porque el mejor sitio que he favoriteado, en el sofá al lado de la ventana, viendo el sol, está libre. También me consuelo a mí misma diciendome que me ha dado asco durante más de un año comer ahí y que tampoco voy a morirme por digerir basura mac-ticable un día. A las 14.04 horas el sujeto compra la hambuerguesa y se sienta. Termina su hamburguesa lentamente y saca todas las cosas del viejo bolso para ponerlas en el nuevo maldito bolso. Se prapara con todos sus lápices y enseres y cosas para escribir (he de apuntar, que tengo rotuladores nuevos molones y caros de mi regalo de cumpleaños de los que estoy orgullosa y que por eso pongo encima de la mesa aunque solo cvaya a usar el lapiz) La sujeto es observada con curiosidad por los otros sujetos del restaurante. A las 15 horas pasadas entra en pánico porque cree que se ha perdido uno de sus pendientes (nuevos que mamá ha mandado en el paquete de cumpleaños... si, he de decirse, la sujeto ha cumplido años hace poco, bueno años no, sólo uno más, ya es bastante). Antes de salir corriendo tienda por tienda atrás, se marea por la idea, se tranquiliza, confia en su buena suerte y lanza un conjuro para que esté entre su bufanda. El pendiente tiene pena de la sujeto y aparece. Así que la sujeto se sienta otra vez y escribe más. Luego sale otra vez disparada del asiento porque llega tarde a coger el tren. Llego dos minutos tarde. El tren no está. Noooooooooo pasa naaaaaaaaaada. Voy a tomarme un té en un sitio que me llamaba la atención llamado café cultura, y que ya que hoy se me ha ido la cabeza, voy a tirar la casa por la ventana. El té más barato 2.80 euros. Pido un grun tee machiato (te verde con vainilla y leche...). Al menos ha de decirse que el sitio es muy bonito, tiene sillones, musica buena, la dependienta sonrie y es amable, la bolsa del té es muy cuca y la taza bastante grande, y ¡hay una mesa de barra libre de azucar y canela! ¡Y tiene una jarra con agua sin gas para que te sirvas! Qué detallosos! eSte sitio le encantaria a mamá. Disfruto de mi precioso té de 3.30 euros y escribo. Me levanto del lugar con muucho tiempo y voy al andén donde está el tren. El tren no está. Me quedo esperando hasta que la hora se pasa. Voy a protestar. Pero me protestan a mí, la sujeta no se ha percatado de que a cada hora los trenes cambian de andén bailando entre el 7, el 6, el 1 y el 7g. Con lo que cada vez que llego ahí es una desesperación. Me queda otra hora que esperar hasta el siguiente tren. Nooooooooo paaaaaaaaaasa nada! nada va a arruinar mi positividad en este día estúpido conmigo misma. Y es que la vida es así, a veces el tren lleva retraso y cuando llegas tarde te ha esperado, y otras el tren se te escapa y tienes tú que esperar al tren adecuado.
Achús! El invierno ataca. Las puertas del tren que POR FIN me van a llevar a casa se abren, me acurruco en mi misma y me cuento un cuento.
Achús!
noooooooooo pasaaaaaaaaaaa nadaaaaa! nada me va a arruinar mi positividad en este día estupido de....Achuuuuuuuuuús!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Mierda! otra vez resfriada. Me pesan los ojos y el cerebro es más moco que masa pensante.
Pero no pasa nada.
La vida es así.
"El tren se vuelve a poner en marcha y me acuerdo que no sé a donde voy aunque sé a donde se dirige. Eso tampoco me preocupa demasiado, me preocupan más los lugares a los que no voy, saber si la próxima estación, en la que no voy a bajar, me gustaría más que la siguiente. El riesgo es algo incómodo de llevar...."
Me acurruco en esas palabras que suenan en mi cabeza cada vez que un tren se pone en marcha y me adormilo entre letras y palabras.
Un final feliz para mi estúpido día consumista conmigo misma que para que nos vamos a engañar, tanto he disfrutado.
(achús)

sábado, 8 de noviembre de 2008

Voilá Moi




Hola, me llamo Irene, aka La Trovadora de los Sueños.
Me gusta perder el tiempo, porque no me llevo nada bien con él y si lo pierdes se lía. También me gusta coger todos los tornillos que me encuentro, meterme en cosas complicadas y muchas a la vez, leer libros en la calle, sonreír a los niños, estar en un sitio fuera de lugar quieta y mirar a la gente sonriendo para ver que hacen, cantar por la calle muy mal, quedarme debajo del agua caliente mucho rato antes de salir de la ducha con los ojos cerrados y sintiéndome viva, ir de noche a la playa con la bici para ver el mar durante horas y sentir la velocidad y el frío y la soledad y ...el resfriado, claro. Me gusta tambén soñar, pintar, e imaginarme la vida como una película o un comic. Soy un desastre, y mi cuarto nunca está ordenado, con lo que pierdo miles de cosas que no paro hasta encontrar en el amasijo de papeles, bolis, libros, fotos, peluches, cosas inútiles, cedés, sonrisas y ropa en el que vivo. Me pongo notitas a mí misma y dentro de poco empezaré a tatuármelas para que no se me olviden. Ya llevo uno recordatorio. Como pasta casi todos los días y ensalada, porque odio cocinar para mí sóla, como suelo vivir. Si vienes a comer con mucha gente cocino muy muy bien, porque le pongo mucha alegria, pero odio cocinar sola. En cambio me encanta todo en la vida. Me agobio/estreso a menudo como hobby, y soy una optimista bastante negativa y dramática como buena escritora frustrada con aspiraciones de artisticidad, pero siempre voy sonriendo porque a veces eso engaña al corazón dramático y se siente feliz. Me encanta bailar y discutir sobre cosas tontas para luego reírse de uno mismo. También me encanta llevar la contraria a la gente e inventarme palabras divertidas como buzquefasar. Cada mañana suspiro y aspiro la felicidad de un respiro y miro a la calle para desearle al sol un buen brillo. O a las nubes una buena tormentadera. Estoy aquí porque me gusta en general compartir, ver, aprender, conocer, esquivar, transmitir, escribir, sentir, hacequemiVidaArteSueñonoseasoloparamí....
Voilá, moi.

Los que decidieron pararse un ratito indefinido