
viernes, 4 de febrero de 2011
Parodia de un corazón roto

lunes, 30 de agosto de 2010
Pensar con la Barriga
Pensar con la barriga.
Recuerdos como cajas de zapatos.
Si, tengo que borrar esos recuerdos para que no me aplasten entre las hebillas de mi pantalón y las suelas de los zapatos de las nubes.
Aquel día me diste un cesto lleno de ropa limpia, mía, que tenías tú colgada, de la última colada que hiciste para mí. Una caja de bombones que nos comimos a medias. Aún quedaban los últimos chocolates de menta, eran para mí. Amargo dulzor. También me devolviste mi taza favorita, la bandeja del desayuno. Libros míos. Y otra cosas. Aunque no me devolviste mi sartén, ni mi tetera, ni el álbum de fotos. Dejaste esa foto, en la que estoy desnuda, colgada en la pared. Me diste un abrazo de dos minutos. Y me dejaste con las tripas al aire, en un adiós eterno.
Ahora mi ropa huele a tí. A un suavizante que siempre utilizabas y que no suaviza nada las cosas ásperas. Tengo que llenar las noches de tragos y de otras personas. Afortunadamente, hay unas otras personas que hacen la vida brillar. Pero desafortunadamente, prefiero las noches sola, donde te echo de menos tanto.
Se me escapan sin querer los suspiros, los bostezos y los llantos.
Mientras me desangro, con las tripas al aire, pensando con la barriga, el estómago, las entrañas y el hambre.
Pensar con la barriga es bastante útil cuando el corazón está a punto de ser digerido en la concavidad del estómago donde aún quedan los cristales que me tragué sin querer aquella noche en un bar. El alcohol es un buen disolvente de cristales rotos y corazones rotos. Es la falta de amor la que llena los bares, dijo alguien. Es hora de ir al baño.
Y es que después de emborracharse es mejor ir al water.
A vomitar cristales y cosas irreales. Sentimientos envenenados.
Ahora me siento menos peor. Y muchísimo más casi bien.
¿Ves? Pensar con la barriga está fenomenal.
- Filosofía Barata de la Banalidad, de un lunes cualquiera-
domingo, 20 de junio de 2010
Terrorismo de Egoismo
viernes, 2 de enero de 2009
El Amor
Las consecuencias de estar bajo sus efectos son: optimismo, bienestar, máxima felicidad. Uno se puede llegar a creer la única persona en el mundo, junto al otro, conocedores ambos de la única verdad, de la pócima del elixir de la felicidad. Los pequeños detalles son preciosos instantes; estar en la cama un día entero es un placer, igual que pasar el tiempo haciendo nada más que mirar el vacío de los ojos tras la pupila del otro, o cualquiera de las otras nadas que son grandes por hacerse bajo los efectos del enamoramiento.
Pero nadie suele hablar de los efectos secundarios, porque el amor no viene con prospecto, -ya que supongo yo, que si lo hiciera, costaría más el libro del prospecto que comprar el propio amor- y los efectos secundarios son obligados y vienen unidos al amor, son hermanos gemelos. Los efectos secundarios pueden resumirse a grandes tragos en: El Desamor: dolor, soledad y pérdida de todo bienestar. Y es quee depronto un día la vida de un enamorado se ha consumido de placeres momentaneos y los días han pasado. Cuando ocurre esto, y la rutina se hace un hueco entre la almohada, cargando su enorme guillotina, y viene a escena acompañada de los señores Defectos y las señoritas Malas Palabras y los Malos Sentimientos, se produce en el corazón una mezcla inadecuada de sustancias tóxicas que carcomen los canalas respiratorios y sentimentorios e incluso mentales. Los conceptos se pueden llegar a alterar en medidas parecidas a la locura, la muerte o la Nada pueden parecer nada al lado de ese Dolor que se sufre entonces, con todo el cuerpo y todo el corazón y todas las ganas de sufrirlo, estando anulada la capacidad de realidad o de voluntad y lucha contra tal sombra que paraliza el cuerpo. La desgracia y el odio, los puñales del extremo y radical dolor, se juntan en un estado de embriaguez en el que sólo cabe esperar ver hasta cuánto aguantas sufriendo cada vez más, y más, hasta que de tí sólo queda el desecho de la persona que fuiste, y tu sombra, que se arrastra tirando del cuerpo que cae en picado sobre el negro de los talones quemados. Llorar no deshaoga, crea un nudo que atasca las palabras y la vida se atraganta y duele respirarla.
Cualquier otro dolor en el mundo se vé más deseable que ese, porque Ese viene de uno mismo, te autodestruye con tu propio arma: tu mismo; te das donde más te duele, y una vez que rompes todos tus pilares, y te pierdes a tí mismo en tí mismo, desampararse no es nada comparado a la labor de recostruirse...
Entonces todos y cada uno de los des-enamorados se preguntan ¿Vale la pena?
Y es que, los medicamentos no pueden consultarse a ningún farmaceútico.
Asi que cada persona tiene que buscarse su antídoto por sí solo.
Entonces llegan las distintas fases de la locura: odio, desamor, sufrimiento, olvido, tiempo.
Todos acompañados de Lágrimas. Muchas.
Entonces quedan las personas que llegan a la última fase de Tiempo, y se quedan ahí esperando al siguiente amor, no habiendo aprendido nada, drogodependientes del tóxico del amor y "las otras personas".
Por otro lado están las personas que después de esa fase de Tiempo pasan a la de: enfrentarse realmente al sufrimiento y aplastarlo y proceder a la recostrucción de uno mismo. Entonces la mayoría de las veces el ego se hace tan grande, y la felicidad única también, que deciden no volver a enamorarse, porque el sufrimiento que sigue después nunca es compensable, y el amor a uno mísmo es casi tan precioso como el anterior, casi con los mismos efectos sobre el cuerpo -optimismo, alegría, bienestar- pero sin efectos adversos secundarios ni sufrimiento después, ya que de uno mismo es dificil volver a desenamorarse.
Aunque, de éstos últimos hay una especie, que no es que decida no volver a enamorarse, sino que no puede: disfruta de los efectos preciosos del amor pero sin llegar a perder la capacidad de racionamiento -esto es, razonando el amor, así es, casi nunca sintiéndolo, y siempre disfrutando pero sin sentir e interiorizar. Casi nunca pueden tener relaciones fieles y se pueden enamorar a muchas personas, porque se quedan con lo positivo de todas sólo.
Por último están las otras personas, que tras enamorarse, desenamorarse, sufrir, olvidar, llegar a la etapa de Tiempo y recostruirse a y enamorarse de uno mismo -no estamos hablando para nada de simples o rápidas tareas- vuelven un día a enamorarse de otra persona.
Siempre tienen la ventaja, frente a los primeros de todo lo que han aprendido en la fase de "Uno mismo" y de que eso -tanto positiva como negativamente- afectará al siguiente amor, no dejando quizás que la droga anule demasiado la capacidad de razón propia y tratando de reducir los efectos adversos secundarios....
Pero también pueden considerarse como los tontos más idiotas de todos los que estamos estudiando, porque encima que son más sabios y tras la complicada -complicadísima- tarea de superarlo, y saber todo lo que se sufren, vuelven a tropezar con el Amor.
No podría decirse que es un error, porque nada en la vida puede considerarse que sea realmente un error... pero ¿no son estos últimos seres más estupidos de volver a cometerlo? ¿o no es estúpido enamorarse?
Quizás es sólo mi impresión de persona que aún no ha superado los efectos secundarios de enamorarme de mí misma....
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