jueves, 4 de junio de 2009

El,
y el,
o ella.
Y aquella cosa, o la otra.
Las que me invitan y no voy o a las que pienso que ire y rechazo.
Cosas que no vi , cosas que solo imagine,
y la mayoria de ellas que digo: despues
o mañana ire...
Y ese mañana siempre es mañana .
Y Berlin va llegando a la fecha de caducidad, esa donde pone:
"consumir preferentemente antes de que los días se hayan acabado"
La lata de conservas y sueños que nunca abro.
Y va quedandose solitaria en el frigorifico de mi cuerpo acondicionado:
dos dias, una semana, tres semanas, dos meses....
Ahora solo me restan aqui dos semanas para romper el hilo del sueño.
Vuelo a España un tiempo para poner los pies en el suelo.
Luego volvere aqui a recoger los escombros que he dejado,
y me ire a España con la maleta llena de cosas, la mente loca y el corazón vacío,
a echar de menos cosas que ahora no se valorar.
Ahora. Ahora... ese infinito presente imperfecto del verbo Estar. O ser, o Hacer.
O acostumbrar.
Las pequeñas maravillosas cosas que ya ni me asombran, que ya ni veo.
Me puse una venda en los ojos y perdi la perspectiva de todo,
(de mi Alemania, de España, de mi pasado, de mi presente, de la realidad, de los colores,de las cosas y cosos y noes..)
De repente me converti en la Yo de ahora.
La nieve me trago en un blanco fluorescente,
y me quede Irene en blanco.
Siempre dije que somos circunstancias y nunca somos, sino que estamos.
Pero siempre quiero huir para volver a estar y volver a definirme, y eso implica no conocerme.
Me quede embobada fijandome en los nuevos cambios y se me olvido recordar lo que era antes de esos cambios, y también, que a veces cuando se cambia se puede ser las dos cosas: el pasado y el cambio. Siempre es más rico contar con un abanico de posibilidades de uno mismo. Pero nos empeñamos en definirnos. En anularnos. Me, quiero decir. Me? Yo?
Hablemos en primera persona. Pero del plural mejor. Nosotras, las yos que soy.
Nos gustaba fumar de vez en cuando, saber que eso a veces inspira, aunque suene fuerte. Abre la mente para escribir, como ahora estoy haciendo. Me quedé pensando: que lindos textos escribía. Sin ponerme a escribir nuevos. Se me olvidó que reía por todo, que no dejaba que me vieran llorar, tuve un pasado precioso antes del gran cambio y fue tan precioso que lo enterré para que no me doliera y se me olvido volver a sentir la brisa fresca de toda la positividad que se respiraba entonces. Entonces, empece a alejarme de todo, y ahí, lejos de mí misma empece a estar perdida y creyendo estar perdida , me perdí.
Todo es siempre tan simple que cuando lo entiendes duele.
Creo que en realidad, se me habían perdido alguans Irenes por el camino.
Si , eso era. Sobretodo una, esa pequeñita que siempre saltaba. Todas revoloteaban en mí menos una: la que hubiera venido a esta situación el año pasado y me hubiera dicho: qué coño haces así?
Entonces, en ese hueco de perder algunas de mis yos llegaron otros yoes: pero claro, no míos: los intenté rellenar de personas de fuera, así rapidamente, para no sentir vacío. Pero esas personas hablaban aleman, o inglés. Y no es mi idoma! asi que imaginaros, yo hablandome a mí misma en otro idioma... claro. No me entendía. Me costó unos meses empezar a aentenderme.
Y claro, como no me entendía pensé que alomejor estaba hablando con otra persona y no conmigo misma, así que salí a buscarme, pero no me encontraba! Ni en el supermercado -donde estaban las galletas María para desayunar?- ni en la música -no entendía las letras, donde está Sabina o la guitarra para bailar? Donde suena Fito por las mañanas o afinarse las cuerdas a cada minuto desde la otra habitación?- no, no encontraba nada.
Así que recogí pedazos nuevos: nuevos gustos, nueva música, nuevo nuevas innovaciones.
Hice un puzzle mal formado.
Y no me gusta.
Siempre estoy muy lejos de lo que quiero ser.
¿pero y si en vez de querer ser, simplemente soy?
¿y si contemplo el puzzle mal formado y en vez de rechazarlo por feo le cambio de sitio algunas piezaS?
Bah, son soluciones fáciles, preferimos ser difíciles y encallar. La dramaturgia de la vida: todos queremos ser protagonistas. Qué caos, que tragedia.
Siempre somos unas inconformistas de nosotras misma sin razón aparente.
Que no hice, que no hago, que no siento, que no haré.
¿y lo que hice?
Me lo voy a contar: Chicas! Llegamos aquí a alemania en invierno, pasamos el invierno más duro y a la vez blanco y precioso de nuestras vidas, aprendimos a comunicarnos entre nosotras en la mente en tres idiomas a la vez, trabajamos en una cafetería donde se servía té con galletas para los días fríos y se decía: que tengas un buen día. No ganamos dinero con eso pero aprendimos del sistema social de convivencia para con los otros. Hicimos nuestro propio programa de radio, y bailamos, reímos, nos enamoramos, soñamos, hicimos capoeira, nos bajamos los pantalones para hacer carreras en la nieve, nos caimos del trineo dos veces, nos fracturamos la rodilla, conocimos a malas personas, a buenas, miramos, leimos, aprendimos, cocinamos, viajamos a Sttugart, Stockholm, Munich, Colonia; nos mudamos cuatro veces o cinco, aprendimos a echar de menos a la gente que de verdad hay que echar de menos y aprendimos sin saber que aprendiamos tantas otras cosas en el camino...
Perno nunca estaba donde estaba.
Siempre andaba lejos. Por querer estar más cerca.
¿todo se ve en la distancia?
Siempre quería más de lo que tenía porque miraba al reflejo de los demás en mí o al reflejo de mí en los demás en vez de mirarme a mí y abrazar alos demás.
Demás (los demás, tener de más...) siempre condiciona.
Pero a la vez te mata si te abandona.
No podemos vivir sólo con ello pero tampoco sin ello.
Aunque a veces eso hace que caigamos en la comodidad de querer escuchar a los demás y tener de más.
Y dejamos de ser sinceras con nosotras mismas.
y entonce estamos demasiado lejos de lo que queremos ser. Por supuesto.
Y entonces empiezo a acordarme de todos los libros que quiero leer y sólo empecé, de todos los sitios a los que quiero ir, de todo lo que quería hacer antes de, de todas las exhibiciones que no me dio tiempo a ir, de todos los trenes que perdí, de todas las y los y les.... y explotamos a llorar. Llore por ahora, por luego, por antes, por el caramelo que se me calló al suelo, por el poema que se me perdió, por los cumpleaños de mis sobrinos y de mi abuela que no he podido ver, lloré por esta vida, lloré por tres vidas anteriores más
Y cuando lloré todo estaba tan mojada que creía sería para siempre.
Pero no.
.
.
.



(he tardado mucho en publicar esto porque siempre he pensado que era sólo para mí. Demasiado mío para que a nadie pueda interesar leer tal bloque de letras seriadas. Pero, para qué ser egoísta, si al fin y al cabo, no tengo nada de especial ni de diferente; a todos a veces se nos pierde una Irene, un tornillo, una Vicky o cualquier otra cosa.... ayer se me perdió una camiseta y no paré hasta encontrarla! no os pasa? que tontería.... si tengo muchas más camisetas!,,,,)

3 comentarios:

José Luis (Bler) dijo...

oh, dios hubo un momento en el que lo podía ver y sentía desde mi asiento en mi percepción y las imágenes propias con los recuerdos míos. Me dejaste sin palabras y con el cursor parpadeando frente a mis ojos no me queda mas que felicitarte por sentir de esa manera y por escribir las imágenes de las que me he enamorado.

Respondiendo a tu comentario, pienso que al final esas imperfecciones dan como resultado la belleza.

Buen día
Bler.

Leyla dijo...

Ojalá todo el mundo se animase a contarle al mundo, y además de una forma tan bonita, esas cosas que cree que no le interesan a nadie.

Piensa que en el fondo, si no todos somos iguales, muchos sí. Y no sabes la alegría que da cuando lees cosas así y sientes que, quizás, no estás tan equivocada, que hay más gente como tú, que prefiere equivocarse y aprender a quedarse siempre en el mismo lugar.

A mí me ha encantado (como todo lo que veo cada vez que me sumerjo aquí).

Gracias!!

La Trovadora De Los Sueños dijo...

Gracias a Leyla he vuelto a encontrarme hoy: ese comentario en este texto olvidado me ha hecho volver a releerlo y darme cuenta que otra vez estaba perdida. ¿será posible? nos olvidamos de las cosas que nosotros mismos aprendemos y escribimos.

Gracias a Blerco por ese soplo de ánimo. Por desearme un buen día de 2 de julio y por sentir cómo parpadeaba mi pantalla porque parpadeó la suya.

Gracias, en general, a los que os paráis a leer esto. Y en particular, a los que, además de eso, os gusta.

Los que decidieron pararse un ratito indefinido