martes, 30 de junio de 2009

Y a veces cuando no se ocurre nada mejor que escribir escribo lo que se me ocurre que es a veces mejor que nada.
Tengo sueño.
para vender ,
para gastar,
para dormir,
para realizar.
Para contar,
para descansar,
para dibujar,
Tengo sueño.
aaaaaaah!

Amodio viajar

Los viajes me vuelven loca. Los amo y los odio.
El primer momento es el sueño: todos aquellos lugares donde sueñas ir. En este punto puedo decir que viajar es lo que más amo en el mundo.
Pero a la vez, todos esos lugares que No podré visitar me causan una angustia constante que me hace agobiarme con el tema Viajar.
El siguiente paso es hacer realidad uno de esos viajes, por pequeño o grande que este sea. Entonces llegan los planes y sueños y las miles imagenes que se forman en tu cabeza del lugar. Maravilloso.
Pero luego llega una de las partes odiosas: hacer realidad el plan. Buscar vuelo, comprar un chubasquero o un paracaidas, o cremas, y por cierto aquello otro.
Entonces odio los viajes.
Pero cuando todo eso está solucionado, llega el momento en el que faltan semanas, o días, y todo el mundo te pregunta, y tu dices, con brillo en los ojos: "Si, voy a Parapanchin" el corazon se me agranda y la alegria me inunda. Amo los viajes!
Pero entonces... llega el día antes de irme. Y me encuentro con el momento en el que mas odio los viajes: hacer la maleta. Las odio. Se me resisten, y mira que viajo, cambio de estrategia y de maleta y me reinvento. Pues nada.
La hago, la deshago, meto aquello, pongo esto, saco lo otro y lo vuelvo a meter. Lleno la maleta de porsiacasos. ¿Cuanto pesa ahora? Necesito sacar un porsiacaso. Pero pongo dentro otros dos.Por si acaso llueve. Por si acaso hace calor. Pesa 20 gramos menos. Necesito que pese 3 kilos menos. Me empiezo a desesperar, no se como elegir. ¿Y la bolsa de mano? Esta perfecta! ¿? No me lo creo! Ah no, la comida y los chocolates de regalo. Pues pasa sin ellos. ¿Sin la comida!? NOooo!Puf. Me empiezo a agobiar. Tengo todo repartido por la habitación y miles de dudas y de "cosas de ultima hora" me bombardean el cerebro, empiezo a maldecir y estar borde, lloro un poco, y luego digo: mañana termino.
Mañana nunca llega: es un mismo día constante. Me levanto cuatroprecientas veces en la noche por miedo a quedarme dormida cuando suene el despertador y la noche se me hace interminable. Digamos que no llego a dormir.
Pero al fin Mañana llega, me levanto tarde, no me da tiempo a terminar la maleta, lo hago todo rapido, me acuerdo de dos porsiacasos más, los meto, me da igual todo, desayuno porque necesito para no caerme de sueño y hambre, y pierdo mucho tiempo terminandome el café y llega el momento vertiginoso: tengo que ir deprisa para no perder el avión/tren/bus. Me empiezo a acordar de todo lo que he olvidado. No sé cuantos kilos tendré que dejar en el aeropuerto o si el equipaje de mano es muy grande. Empiezo a meter los cargadores de movil y las pequeñas piezas por los bolsillos de la chaqueta y me duele la barriga de los nervios.
Al final llego mas temprano que nadie, facturo, y paso el control, y tengo que esperar mucho rato aburrida paseando por el Duty Free y haciendo como que leo uno de los libros que me había llevado por si acaso pero en los que no me puedo concentrar.
Al contrario que mucha gente que empieza a tener nervios cuanto mas cerca está del avión, yo empiezo a relajarme. Una vez que estoy sentada, ya soy feliz. No heperdido el avión, ni me han echado atrás la maleta y todo lo que se me ha olvidado ya da igual: estoy en camino! Las ilusiones vuelven y vuelvo a olvidar la parte en la que odio los viajes. Me acurruco en el avion, hago como que pienso, miro como el avión despega y un suspiro hace turbulencias: me encanta viajar.
Pero no.
No estuvimos mojadas para siempre.
Llegué a España y había sol.
El sol seca todo.
Me sequé rapidamente las lágrimas. Tuve incluso sequía de lágrimas.
Y me dolían las comisuras de los labios de reir.
Ay!
También recuperé las irenes que se me habían perdido: las que estaban en el mercadona, en mi habitación, en mis colores, en mis ropas que no pude traer por peso en la maleta.... pero sobretodo las que estaban revolviendose en mí haciéndome cosquillas.
También encontré irenes que se me habían perdido en personas: encontré la irene en la Vicky que se me había perdido, la Laura, la mari, la Aurea, Sera o Rocío o Sara o .... las irenes y los trozos de otros (que ya también son yo) que me daban abrazos, las que había rellenado durante años con puzzles bien formados.
Subi tan alto como una o dos giraldas nueve veces de aquí a Antequera. O más.
Empecé a hacer las csoas poco a poco.
Ordené un poco de caos.
Saqué monstruos del armario.
Aprobé los dos exámenes que me había propuesto hacer-sólo dos, pero ya haré los otros diez, es más facil conseguir de dos en dos- y no rodé escalera abajo por querer saltar diez escalones a la vez.
cuando ya recogí todo el cariño que me faltaba, volví al frío de la distancia a empezar a disfrutar la experiencia que ya se acaba.

Estoy en Berlin de nuevo. Seca . Y me quedan dos meses que pasarán volando para consumir todo preferentemente antes de que el tiempo se acabe.

jueves, 4 de junio de 2009

El,
y el,
o ella.
Y aquella cosa, o la otra.
Las que me invitan y no voy o a las que pienso que ire y rechazo.
Cosas que no vi , cosas que solo imagine,
y la mayoria de ellas que digo: despues
o mañana ire...
Y ese mañana siempre es mañana .
Y Berlin va llegando a la fecha de caducidad, esa donde pone:
"consumir preferentemente antes de que los días se hayan acabado"
La lata de conservas y sueños que nunca abro.
Y va quedandose solitaria en el frigorifico de mi cuerpo acondicionado:
dos dias, una semana, tres semanas, dos meses....
Ahora solo me restan aqui dos semanas para romper el hilo del sueño.
Vuelo a España un tiempo para poner los pies en el suelo.
Luego volvere aqui a recoger los escombros que he dejado,
y me ire a España con la maleta llena de cosas, la mente loca y el corazón vacío,
a echar de menos cosas que ahora no se valorar.
Ahora. Ahora... ese infinito presente imperfecto del verbo Estar. O ser, o Hacer.
O acostumbrar.
Las pequeñas maravillosas cosas que ya ni me asombran, que ya ni veo.
Me puse una venda en los ojos y perdi la perspectiva de todo,
(de mi Alemania, de España, de mi pasado, de mi presente, de la realidad, de los colores,de las cosas y cosos y noes..)
De repente me converti en la Yo de ahora.
La nieve me trago en un blanco fluorescente,
y me quede Irene en blanco.
Siempre dije que somos circunstancias y nunca somos, sino que estamos.
Pero siempre quiero huir para volver a estar y volver a definirme, y eso implica no conocerme.
Me quede embobada fijandome en los nuevos cambios y se me olvido recordar lo que era antes de esos cambios, y también, que a veces cuando se cambia se puede ser las dos cosas: el pasado y el cambio. Siempre es más rico contar con un abanico de posibilidades de uno mismo. Pero nos empeñamos en definirnos. En anularnos. Me, quiero decir. Me? Yo?
Hablemos en primera persona. Pero del plural mejor. Nosotras, las yos que soy.
Nos gustaba fumar de vez en cuando, saber que eso a veces inspira, aunque suene fuerte. Abre la mente para escribir, como ahora estoy haciendo. Me quedé pensando: que lindos textos escribía. Sin ponerme a escribir nuevos. Se me olvidó que reía por todo, que no dejaba que me vieran llorar, tuve un pasado precioso antes del gran cambio y fue tan precioso que lo enterré para que no me doliera y se me olvido volver a sentir la brisa fresca de toda la positividad que se respiraba entonces. Entonces, empece a alejarme de todo, y ahí, lejos de mí misma empece a estar perdida y creyendo estar perdida , me perdí.
Todo es siempre tan simple que cuando lo entiendes duele.
Creo que en realidad, se me habían perdido alguans Irenes por el camino.
Si , eso era. Sobretodo una, esa pequeñita que siempre saltaba. Todas revoloteaban en mí menos una: la que hubiera venido a esta situación el año pasado y me hubiera dicho: qué coño haces así?
Entonces, en ese hueco de perder algunas de mis yos llegaron otros yoes: pero claro, no míos: los intenté rellenar de personas de fuera, así rapidamente, para no sentir vacío. Pero esas personas hablaban aleman, o inglés. Y no es mi idoma! asi que imaginaros, yo hablandome a mí misma en otro idioma... claro. No me entendía. Me costó unos meses empezar a aentenderme.
Y claro, como no me entendía pensé que alomejor estaba hablando con otra persona y no conmigo misma, así que salí a buscarme, pero no me encontraba! Ni en el supermercado -donde estaban las galletas María para desayunar?- ni en la música -no entendía las letras, donde está Sabina o la guitarra para bailar? Donde suena Fito por las mañanas o afinarse las cuerdas a cada minuto desde la otra habitación?- no, no encontraba nada.
Así que recogí pedazos nuevos: nuevos gustos, nueva música, nuevo nuevas innovaciones.
Hice un puzzle mal formado.
Y no me gusta.
Siempre estoy muy lejos de lo que quiero ser.
¿pero y si en vez de querer ser, simplemente soy?
¿y si contemplo el puzzle mal formado y en vez de rechazarlo por feo le cambio de sitio algunas piezaS?
Bah, son soluciones fáciles, preferimos ser difíciles y encallar. La dramaturgia de la vida: todos queremos ser protagonistas. Qué caos, que tragedia.
Siempre somos unas inconformistas de nosotras misma sin razón aparente.
Que no hice, que no hago, que no siento, que no haré.
¿y lo que hice?
Me lo voy a contar: Chicas! Llegamos aquí a alemania en invierno, pasamos el invierno más duro y a la vez blanco y precioso de nuestras vidas, aprendimos a comunicarnos entre nosotras en la mente en tres idiomas a la vez, trabajamos en una cafetería donde se servía té con galletas para los días fríos y se decía: que tengas un buen día. No ganamos dinero con eso pero aprendimos del sistema social de convivencia para con los otros. Hicimos nuestro propio programa de radio, y bailamos, reímos, nos enamoramos, soñamos, hicimos capoeira, nos bajamos los pantalones para hacer carreras en la nieve, nos caimos del trineo dos veces, nos fracturamos la rodilla, conocimos a malas personas, a buenas, miramos, leimos, aprendimos, cocinamos, viajamos a Sttugart, Stockholm, Munich, Colonia; nos mudamos cuatro veces o cinco, aprendimos a echar de menos a la gente que de verdad hay que echar de menos y aprendimos sin saber que aprendiamos tantas otras cosas en el camino...
Perno nunca estaba donde estaba.
Siempre andaba lejos. Por querer estar más cerca.
¿todo se ve en la distancia?
Siempre quería más de lo que tenía porque miraba al reflejo de los demás en mí o al reflejo de mí en los demás en vez de mirarme a mí y abrazar alos demás.
Demás (los demás, tener de más...) siempre condiciona.
Pero a la vez te mata si te abandona.
No podemos vivir sólo con ello pero tampoco sin ello.
Aunque a veces eso hace que caigamos en la comodidad de querer escuchar a los demás y tener de más.
Y dejamos de ser sinceras con nosotras mismas.
y entonce estamos demasiado lejos de lo que queremos ser. Por supuesto.
Y entonces empiezo a acordarme de todos los libros que quiero leer y sólo empecé, de todos los sitios a los que quiero ir, de todo lo que quería hacer antes de, de todas las exhibiciones que no me dio tiempo a ir, de todos los trenes que perdí, de todas las y los y les.... y explotamos a llorar. Llore por ahora, por luego, por antes, por el caramelo que se me calló al suelo, por el poema que se me perdió, por los cumpleaños de mis sobrinos y de mi abuela que no he podido ver, lloré por esta vida, lloré por tres vidas anteriores más
Y cuando lloré todo estaba tan mojada que creía sería para siempre.
Pero no.
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(he tardado mucho en publicar esto porque siempre he pensado que era sólo para mí. Demasiado mío para que a nadie pueda interesar leer tal bloque de letras seriadas. Pero, para qué ser egoísta, si al fin y al cabo, no tengo nada de especial ni de diferente; a todos a veces se nos pierde una Irene, un tornillo, una Vicky o cualquier otra cosa.... ayer se me perdió una camiseta y no paré hasta encontrarla! no os pasa? que tontería.... si tengo muchas más camisetas!,,,,)

Los que decidieron pararse un ratito indefinido