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lunes, 30 de agosto de 2010

Pensar con la Barriga

Pensar con la barriga.


Recuerdos como cajas de zapatos.

Si, tengo que borrar esos recuerdos para que no me aplasten entre las hebillas de mi pantalón y las suelas de los zapatos de las nubes.


Aquel día me diste un cesto lleno de ropa limpia, mía, que tenías tú colgada, de la última colada que hiciste para mí. Una caja de bombones que nos comimos a medias. Aún quedaban los últimos chocolates de menta, eran para mí. Amargo dulzor. También me devolviste mi taza favorita, la bandeja del desayuno. Libros míos. Y otra cosas. Aunque no me devolviste mi sartén, ni mi tetera, ni el álbum de fotos. Dejaste esa foto, en la que estoy desnuda, colgada en la pared. Me diste un abrazo de dos minutos. Y me dejaste con las tripas al aire, en un adiós eterno.


Ahora mi ropa huele a tí. A un suavizante que siempre utilizabas y que no suaviza nada las cosas ásperas. Tengo que llenar las noches de tragos y de otras personas. Afortunadamente, hay unas otras personas que hacen la vida brillar. Pero desafortunadamente, prefiero las noches sola, donde te echo de menos tanto.

Se me escapan sin querer los suspiros, los bostezos y los llantos.


Mientras me desangro, con las tripas al aire, pensando con la barriga, el estómago, las entrañas y el hambre.



Pensar con la barriga es bastante útil cuando el corazón está a punto de ser digerido en la concavidad del estómago donde aún quedan los cristales que me tragué sin querer aquella noche en un bar. El alcohol es un buen disolvente de cristales rotos y corazones rotos. Es la falta de amor la que llena los bares, dijo alguien. Es hora de ir al baño.

Y es que después de emborracharse es mejor ir al water.

A vomitar cristales y cosas irreales. Sentimientos envenenados.


Ahora me siento menos peor. Y muchísimo más casi bien.

¿Ves? Pensar con la barriga está fenomenal.



- Filosofía Barata de la Banalidad, de un lunes cualquiera-












domingo, 30 de noviembre de 2008

Ahora recién

Me encuentro aqui, en este espacio tiempo suspendido en cualquier parte. Ah, ese precioso lugar, Cualquier Parte. Recien amplie mi vocabulario, pase por el tunel mas largo de ningun país: ocho kilometros para encontrarme con un abrazo, bebi vino ardiendo a taitantos grados, esos suficientes para mantener el calor de las manos a traves de la porcelana de una taza estilo navideñil, ese mismo estilo con el que las luces titilan de colores y sensación de consumismo y frío, de hipocresía y cariño. ¿tanto junto? Pues sí. Recién vine de patinar sobre el hielo que congelaba las grietas de mi corazón de trapo, también de reciclar la cerveza de mis venas, de escribir palabras que no tienen lengua, de hablar lenguas que no tienes palabras; recién visité el angel de la agonía, también rocé codos con el diablo de la felicidad, y degusté sillón con el espíritu de la filosofía. Me bebí el orgullo mezclado con todos los otros defectos en pajita de plata, y me emborraché de virtudes vacías, con risas de plástico verde y colores de plastilina, para después disputar con el viento un paseo por el frío bajo el suelo, resbalar con mi estupidez en el hielo y romper mi llanto en lágrimas de estalactita que no me dejan apoyar la pierna en el rincón de vida que me queda. Pero es tan bonita. Los desayunos recién, me vienen andando con los piececitos de madera hasta muy cerca de ponerse en el pedestal del ritual: panecillos como duendecillos, con mantequilla como cerilla, y dulces de colorines con chocolate, amapola e incienso. Y los besos con mermelada natural, de esa echa con nubes recien recogidas del cielo. A veces un poco amarga la píldora de la realidad,con vitaminas de mentira, pero en los periódicos nunca desaparecen las lindas palabras como Vida. Recién me tumbé en el rojo laberinto del sueño y desperté entre pesadillas, escupí en el agujero y traté de poner tiritas al mundo, y ahogar mis suspiros de humano resignado y asíduo a remedios baratos y ausencias y excusas. Pero no, recién revolví el armario un rato y el collage resultó curioso, oigan. Ahora visto muchas prendas -por eso del frío que hace aqui en ninguna parte, porque la nada es bien fría- pero todas son de colores, los colores de este collage llamado Ahora.

Los que decidieron pararse un ratito indefinido