martes, 30 de junio de 2009

Pero no.
No estuvimos mojadas para siempre.
Llegué a España y había sol.
El sol seca todo.
Me sequé rapidamente las lágrimas. Tuve incluso sequía de lágrimas.
Y me dolían las comisuras de los labios de reir.
Ay!
También recuperé las irenes que se me habían perdido: las que estaban en el mercadona, en mi habitación, en mis colores, en mis ropas que no pude traer por peso en la maleta.... pero sobretodo las que estaban revolviendose en mí haciéndome cosquillas.
También encontré irenes que se me habían perdido en personas: encontré la irene en la Vicky que se me había perdido, la Laura, la mari, la Aurea, Sera o Rocío o Sara o .... las irenes y los trozos de otros (que ya también son yo) que me daban abrazos, las que había rellenado durante años con puzzles bien formados.
Subi tan alto como una o dos giraldas nueve veces de aquí a Antequera. O más.
Empecé a hacer las csoas poco a poco.
Ordené un poco de caos.
Saqué monstruos del armario.
Aprobé los dos exámenes que me había propuesto hacer-sólo dos, pero ya haré los otros diez, es más facil conseguir de dos en dos- y no rodé escalera abajo por querer saltar diez escalones a la vez.
cuando ya recogí todo el cariño que me faltaba, volví al frío de la distancia a empezar a disfrutar la experiencia que ya se acaba.

Estoy en Berlin de nuevo. Seca . Y me quedan dos meses que pasarán volando para consumir todo preferentemente antes de que el tiempo se acabe.

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Los que decidieron pararse un ratito indefinido