martes, 30 de diciembre de 2008

Mi sueño juguetón

Y sí, parece que también. Al Sueño también le ha dado por jugar conmigo, como a las palabras. Uno de los duendes de mi Sueño ha decidido que quiere hacermelo pasar mal, volverme imsomne perdida, agotada, loca, estúpida pero sobretodo, ojerosa y cansada....
Primero empezó por las noches, dejando de respetar mis decisiones de dormir y colándose cuando duermo para desordenar todo, sin dejarme dormir. Pero lo hace mintiendome,en realidad hace como que me deja dormir pero no descansar. Me da sueños largos, dificiles, de pensar mucho, de sufrir, correr, y vivir una vida entera en un sueño. Hace un repaso por todas las cosas pequeñas que me sucedieron en el día, las pone en la batidora, hace un guión sin sentido, surrealista, poniendo elementos por poner, porque Todo quiere que aparezca ahí aunque no tenga nada que ver con lo otro, y me hace sufrir un largo y dificil sueño, de esos que a la mañana siguiente recuerdas y te desconciertan. Me hace trotar por los siete mundos, soñar y soñar, pero no descansar. Me levanto agotada, como si hubiera estado escalando hacia las nubes para luego pegarme un batacazo de cabeza, los musculos se me atrofian y el cerebro se ha aplastado. Las ojeras me llegan al suelo y tengo dolor de ojos y de sueñadura -que es la parte del cuerpo que sirve para soñar.
También lo hace poniendome trampas. El día que más cansada estoy, que es cuando podría quedarme dormida enseguida y llegar a la inconsciencia y descansar, despierta a la señorita Inspiración -él sabe mejor que yo donde vive- y ella me pone a trabajar un montón de horas... luego duermo profundo, sí. Pero tan poco! Al día siguiente tengo que despertar pronto, porque si no existiera la ley de murphy él no llamaría a la inspiración justo cuando tengo que madrugar... Otros días el sol llega y aunque normalmente no sería un problema, el duendecillo malo de mi Sueño tambien ha decidido cambiar las reglas de toda mi vida: lo que antes me era indiferente ahora me despierta, y con nada abro los ojos y se cuela la conciencia otra vez entre las pestañas. Y el subconsciente se marcha hasta el dia siguiente, dejandome sóla con toda mi mente pesada y sin descansar más.
Así que por las noches no me deja dormir.
Luego llega la siguente oportunidad: la siesta. Pero siempre que la duermo puedo acabar en dos posibles situaciones: que no puedo dormir porque estoy todo el rato pensando en despertar para no quedarme dormida hasta que sea de noche, o que me quedo dormida y aunque sea poco rato, me despierto de tal mala ostia que no quiero volver a pensar en siesta hasta que me acuerde. Y tendré mal sueño, pero buena memoria...
Así paso días y días y más días , él duendecillo jugando conmigo e inventando nuevas estrategias para despistarme, y o no dejarme dormir o hacerme creer que duermo pero no descansar... me agota. Entonces llega el momento importante, en el que necesito estar despierta, y aparece él, suavemente, me merodea con su tilín de duendecillo, ronroneando, acariciandoseme muy mismosamente y diciendo por dentro: jódete! Y me voy quedando dormida en las esquinas, literalmente. En los ultimos tiempos -y ojala fuera una historia irreal como el sueño, pero no- me quedé dormida en el mejor bar del mundo con música a tope, en medio de una conversación con amigos que no veía hace años - con lo que no sabía por momentos si estaba dormida o despierta, y mientras ellos hablaban de Cuba yo respondía con vacas y al día siguiente no me acordaba de nada... y estaba avergonzada..- o en una partida de ajedrez, o cuando quiero ir a conducir asi que tengo que anular un viaje, o cuando es la última noche que tengo para pasar con Él antes de separarnos por unas interminables semanitas. Entonces, cuando por fín llega el momento de estar solos,el duende malo de mi Sueño viene a molestarme, me tumba en el sillón en el regazo de Él, que sabe que me encanta, me duerme completamente, y hace que de vez en cuando sea consciente y abra los ojos, para sufrir viendo cómo Él me mira, despierto, intentando disfrutarme, pero yo estoy tan lejos en las profundidades del sueño consciente y tan cansada que no puedo hablar ... Pero Él se tira las horas ahí a mi lado mirándome, y velando mi sueño, y entonces el duendecillo se siente vigilado y celoso y me deja un rato; despierto. Lo veo tirado en el otro sofá dormido de mala manera y postura. ¿Por qué no me despertaste para subir arriba? -Estabas tan bonita y tranquila que no podía. Me quede aqui mirandote y me quede dormido también para estar contigo...
Subimos las escaleras aun sin despertar bien, nos abrazamos fuerte formando el puzzle de carne y calor y sabemos que esta noche el duendecillo de mi Sueño se siente culpable y vendrá a ayudarme a juntarnos en el mundo del soñar, en cualquier no-lugar, en el que pasemos esa noche juntos de alguna manera,,, aunque incoscientes y hermosos, como bebés inmóviles y extasiados por lo confortable y cálido de la colcha de pestañas cerradas y puzzles de brazos....

1 comentario:

maría simó dijo...

¿qué lindas las últimas entradas, irene!
al final esos duendecillosque te rondan te están haciendo un favor, pero impón un poquito de orden y aprovehca lo que te queda de vacaciones para decansar ^^

¡feliz 2009!

Los que decidieron pararse un ratito indefinido