El otro día, mirando la pared aburrida en la cama y sin querer levantarme, descubrí una cosa. Me acerqué más, y más, y ahí estaba: una mujer preciosa con nariz de gato. Me pregunté, si el hombre del gotelé se habría dedicado a hacer esa preciosa cara a propósito, porque era un artista frustrado, o era una casualidad de la disposición del gotelé. No podía ser. Cuando me puse a observar más, vi también a una vieja enfadada y un perro caniche. Pero cuando quise volver a conteplar la preciosa mujer-gato ya no estaba! La busque minuciosamente por todos los trocitos de pared con formas gotelé, pero nada. Encontré un hombre mayor fumando, una jirafa, una anciana con gafas, y un gato, y un jovencito arrogante, un grupo de mujeres que reían y justo abajo un grupo de rostros de hombres que reían. Una de las mujeres miraba abajo.. Encontre tantas cosas! Pero la preciosa mujer gato fue imposible de volver a encontrar, camuflada entre los minúsculos pedacitos de gotelé...
El hombre del gotelé tuvo que tardar años en construir esta obra de arte, que nadie aún ha reconocido...
domingo, 12 de julio de 2009
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4 comentarios:
Nadie excepto tu...
yo recuerdo cuando niño, mi cuarto de baño estaba tan mal pintado que el piso estaba cubierto con gotas de pinturas nuevas y añejas, me divertía de lo lindo buscando figuras en las pequeñas manchas. era muy bello
Besos
bler
Yo siempre veo caras, rostros anónimos esperando a que alguien les ponga nombre antes de desaparecer entre el relieve de las paredes de una habitación, la calle o nuestra imaginación.
El mundo está lleno de pintores de brocha gorda que pintan sobre paredes las caricaturas de sus sueños, y de artistas que proyectan su imaginación sobre ellas. Sin embargo, si alguno de ellos osase alguna vez a contárselo abiertamente al mundo... Le tomarían por raro.
El mundo está lleno de pintores de brocha gorda que pintan sobre paredes las caricaturas de sus sueños, y de artistas que proyectan su imaginación sobre ellas. Sin embargo, si alguno de ellos osase alguna vez a contárselo abiertamente al mundo... Le tomarían por raro.
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